Los sonidos del habla son una corriente de aire que en la mayoría de los casos se origina en los pulmones, pasa por la laringe, la boca y finalmente sale. Los órganos articulatorios se encargan de afectar la corriente de aire y modificarla proporcionándole los diferentes matices que distinguen entre un sonido del habla y otro. Los órganos articulatorios se dividen en dos grupos: Activos y Pasivos.
Articuladores Activos (móviles): Los articuladores activos son partes del aparato vocal que se mueven para causar una obstrucción (parcial o total) y afectar el movimiento de la corriente de aire.
Los órganos activos son:
Lengua: ápice, predorso, mediodorso, postdorso y raíz.
Labio inferior
Cuerdas Vocales
Velo del paladar (Se usa siempre en combinación con otro articulador)
Articuladores Pasivos (inmóviles): Los articuladores pasivos son las partes del cuerpo que los articuladores activos tocan o se acercan para causar una obstrucción total o parcial y así afectar el movimiento de la corriente de aire.
Los articuladores pasivos son:
Labio superior
Dientes: los incisivos superiores y su cara posterior.
Alvéolos
Región pos alveolar: posterior a los alvéolos y anterior al arco del paladar duro.
Paladar duro
Velo del paladar (paladar blando anterior)
Úvula
Costado posterior de la faringe
Éstos se clasifican según el punto y modo de articulación, que son los que permiten darle forma al aire para crear un sonido.
Puntos de articulación:
Bilabial
Labiodental
Dental (detrás)
Interdental (entre)
Alveolar
Palatal
Velar
Uvular
Faríngeo
Glotal
Sonidos glóticos o glotales: Que son producidos en la glotis.
Ahora una imagen explicativa con la posición labial en diferentes fonemas:
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